Lamentablemente los partidos duran 90 minutos. Digo esto porque tras ver el encuentro disputado ayer entre el Real Club Celta y la S.D. Eibar me queda un sabor agridulce. Fueron 80 minutos de gran fútbol ofensivo, de toque y control sobre un adversario que se mostró a merced de un conjunto que cuando le salen las cosas resulta intratable.
A pesar de las innumerables bajas con las que el Toto se encuentra cada Domingo (Nolito y Fontás por lesión, Orellana y Cabral por sanciones, Augusto por transfuguismo...) este equipo juega casi siempre bien. Así, hemos descubierto que Tucu está a un gran nivel, que Bongonda y Señé son buenas opciones en tiempo de necesidad, que Guidetti es una alternativa que a pesar de las dudas iniciales ha cuajado, que en los pocos los partidos que ha jugado El Chelo demostró que sabe poner el toque y el ritmo a un juego que le viene como un guante.
Poco más que decir del partido de ayer que no dijeran los entrenadores; si bien para el Toto "recuperamos nuestro caudal de juego ofensivo", para Mendilibar "el Celta fue mejor". Esta es La mejor manera de resumir un resultado engañoso de 3 a 2. El Eibar casi se lleva un empate sin hacer nada; faltó poco para caer en el autosucicidio de partidos como el del Levante.
Sin embargo el partido de hoy ha dado juego para que los juntaletras de periódicos como "Marca" dediquen un titular a un penalti no pitado y a una expulsión no sancionada. Que si que fue penalti y expulsión, que pudo cambiar el curso del partido, lo reconozco. Pero les agradecería que hubieran dedicado titulares a los dos penaltis no pitados en la eliminatoria contra el Atlético de Madrid, al atraco en Las Palmas, al juego violento reiterado en Riazor, a la no expulsión al portero del Sevilla, o a las trampas del Penalti (ya hablaré de este tema en un próximo post porque me parece que tiene mucho jugo) y la falta que Messi ejecuta ocho metros más adelante. ¿Dónde están esos titulares cometintas?
Lo más sangrante no es tener que leer estos textos propios de un becario recién parido, lo peor es que esos periódicos también podrían haber hecho un titular sobre como se pita un penalti por una mano involuntaria donde el jugador está de espaldas y al que primero le impacta el balón en el costado; también podrían haber dedicado unas líneas a hablar de la expulsión que el árbitro perdona hasta en tres ocasiones a un jugador del Eibar que tenía una amarilla y que se dedicó a repartir patadas.
Parece que en este santo país, o lo que sea, el único que honra el fútbol es el Barcelona, cuando gana todo el mundo se ampara en el maquiavelismo, "el fin justifica los medios", como juegan bien al fútbol se les permite todo. Siempre ensalzados por el Lobo Carrasco y las dos señoras pijas catalanas que sin tener puta idea de fútbol hablan en el "El Chiringuito", se les llena la boca con discursos grandilocuentes sobre los valores y sobre como hay que proteger el fútbol y a los jugones. Pues bien, el Celta juega de lujo al fútbol, sus jugadores sufren una cantidad ingente de patadas cada domingo; pero a éstos nos los defiende nadie. Porque como todo el mundo sabe el fútbol lo inventaron los catalanes, más concretamente el Barça, ese Club que gracias a sus valores iluminan el camino del fútbol mundial, esos que gracias a Piqué enseñan a nuestros hijos a comportarse y a ser buenos compañeros.
Al final, todo esto, no es más que una descomposición de incultura ejecutada desde la caja tonta y desde la prensa deportiva, donde personas poco leídas y sin experiencia opinan en forma de verdades absolutas sobre un deporte que ni quieren ni entienden.
Por cierto, en Vigo se jugaba al fútbol mucho antes que en Barcelona, leer más y hablar menos.