domingo, 21 de febrero de 2016

Recuperando la senda del juego

Lamentablemente los partidos duran 90 minutos. Digo esto porque tras ver el encuentro  disputado ayer entre el Real Club Celta y la S.D. Eibar me queda un sabor agridulce. Fueron 80 minutos de gran fútbol ofensivo, de toque y control sobre un adversario que se mostró a merced de un conjunto que cuando le salen las cosas resulta intratable. 
A pesar de las innumerables bajas con las que el Toto se encuentra cada Domingo (Nolito y Fontás por lesión, Orellana y Cabral por sanciones, Augusto por transfuguismo...) este equipo juega casi siempre bien. Así, hemos descubierto que Tucu está a un gran nivel, que Bongonda y Señé son buenas opciones en tiempo de necesidad, que Guidetti es una alternativa que a pesar de las dudas iniciales ha cuajado, que en los pocos los partidos que ha jugado El Chelo demostró que sabe poner el toque y el ritmo a un juego que le viene como un guante. 
Poco más que decir del partido de ayer que no dijeran los entrenadores; si bien para el Toto "recuperamos nuestro caudal de juego ofensivo", para Mendilibar "el Celta fue mejor". Esta es La mejor manera de resumir un resultado engañoso de 3 a 2. El Eibar casi se lleva un empate sin hacer nada; faltó poco para caer en el autosucicidio de partidos como el del Levante.
Sin embargo el partido de hoy ha dado juego para que los juntaletras de periódicos como "Marca" dediquen un titular a un penalti no pitado y a una expulsión no sancionada. Que si que fue penalti y expulsión, que pudo cambiar el curso del partido, lo reconozco. Pero les agradecería que hubieran dedicado titulares a los dos penaltis no pitados en la eliminatoria contra el Atlético de Madrid, al atraco en Las Palmas, al juego violento reiterado en Riazor,  a la no expulsión al portero del Sevilla, o a las trampas del Penalti (ya hablaré de este tema en un próximo post porque me parece que tiene mucho jugo) y la falta que Messi ejecuta ocho metros más adelante. ¿Dónde están esos titulares cometintas?
Lo más sangrante no es tener que leer estos textos propios de un becario recién parido, lo peor es que esos periódicos también podrían haber hecho un titular sobre como se pita un penalti por una mano involuntaria donde el jugador está de espaldas y al que primero le impacta el balón en el costado; también podrían haber dedicado unas líneas a hablar de la expulsión que el árbitro perdona hasta en tres ocasiones a un jugador del Eibar que tenía una amarilla y que se dedicó a repartir patadas.
Parece que en este santo país, o lo que sea, el único que honra el fútbol es el Barcelona, cuando gana todo el mundo se ampara en el maquiavelismo, "el fin justifica los medios", como juegan bien al fútbol se les permite todo. Siempre ensalzados por el Lobo Carrasco y las dos señoras pijas catalanas que sin tener puta idea de fútbol hablan en el  "El Chiringuito", se les llena la boca con discursos grandilocuentes sobre los valores y sobre como hay que proteger el fútbol y a los jugones. Pues bien, el Celta juega de lujo al fútbol, sus jugadores sufren una cantidad ingente de patadas cada domingo; pero a éstos nos los defiende nadie. Porque como todo el mundo sabe el fútbol lo inventaron los catalanes, más concretamente el Barça, ese Club que gracias a sus valores iluminan el camino del fútbol mundial, esos que gracias a Piqué enseñan a nuestros hijos a comportarse y a ser buenos compañeros.
Al final, todo esto, no es más que una descomposición de incultura ejecutada desde la caja tonta y desde la prensa deportiva, donde personas poco leídas y sin experiencia opinan en forma de verdades absolutas sobre un deporte que ni quieren ni entienden.
Por cierto, en Vigo se jugaba al fútbol mucho antes que en Barcelona, leer más y hablar menos. 

domingo, 14 de febrero de 2016

Aguantamos una hora al Barça

Decía la letra de Bumbury "siempre es la misma función, el mismo espectador, el mismo teatro en el que tantas veces actuó.."
El Celta no sabe defender. No sabe gestionar los resultados. Le falta intensidad y concentración defensiva. Defensivamente es blando y pasivo.
Felicidades al trabajo del equipo; partíamos con demasiadas bajas (Aspas, Orellana, Nolito, Sergi y Bongonda) para enfrentarnos al mejor equipo del mundo, el EQUIPO dio la cara 75 minutos, lo tuvo muy cerca, pero lamentablemente nos encontramos con la realidad. Al final, tristemente la diferencia entre uno y otro fue Messi; para los que no creen que los extraterrestres están en la Tierra que vean como juega este sujeto y quedará demostrado que este hombre viene de otra Galaxia. "Érase un hombre a una pelota pegado, érase un pie impregnado de pegamento, un centro de gravedad bajo y una capacidad inexplicable de inventar y encontrar soluciones". Así viven "buitreando" Luís Suárez y Neymar del talento del mejor de la historia.
El mejor del partido fue Guidetti, sin lugar a dudas, asistió, generó peligro, peleó y se inventó jugadas en ataque; sin duda, va a más. Lo peor ha sido el colectivo defensivamente, con innumerables desajustes, pasividad en la marca, falta de seguimiento de los atacantes, indecisiones en el despeje y falta de "testiculunina".
Demasiado castigo el 6-1 para un equipo que jugó de tú a tú al Barcelona, que le generó muchos problemas en defensa, que gracias a Claudio Bravo evitó problemas mayores. Es muy evidente que Jony y Hugo Mallo no dan la talla y no está al nivel que se les supone, la realidad es que son jugadores que evidencian una falta de madurez en la toma de decisiones, falta de solvencia en el juego y evidentes problemas técnicos y tácticos a la hora de realizar movimientos defensivos. Planas necesita que le hagan una transfusión y que le den un par de cafés para que despierte. El botín es fruto del desaguisado defensivo y de la mediocridad de nuestros defensores. Pero los chavales se fueron contentos que se llevaron camisetas para casa; ¡eso sí que es triste!
Aún así, me siento orgulloso del equipo. Gracias Toto.
Era un trampa preparada, la tarjeta a Aspas, la sanción a Orellana (a algún jugador del Barcelona le quitaron partidos de sanción, a Orellana no), la de Theo; el árbitro del partido contra Las Palmas lo hizo de lujo y el del Sevilla mejor aún. El de hoy otro payaso más para este circo. Las manos de Piqué (esas que ejecutan su anomalía mental en twitter) cuando tocan el balón no son manos, por el contrario cuando un jugador contrario roza el balón si lo son. Alba con una amarilla hace entrada por detrás y ni tarjeta ni falta. Mascherano reparte patadas como un panadero pan. Iniesta se tira por el roce del viento y siempre es falta, a los contrarios después de seis patadas si se caen a lo mejor le pitan falta, si no hay sangre ¡sigan!. Lo de siempre, nada nuevo. Pero ellos imparten justicia, como en el penalti a Messi (una broma del juego) en el que Suárez está dentro de la medialuna y pisando el área cuando tira Messi... en fin. Pero ellos tienen "valors", esos que sirven para ridiculizar al contrario, sobre todo el "bicicletas" y el "chaval del twitter". 
Necesitamos a alguien que enseñe agresividad y contundencia a este equipo para perder esa inocencia futbolística que nos cuesta demasiado cara.
Lo dicho, sólo me gustaría que el Celta pudiese competir en igualdad de condiciones, pero como eso no puede ser... ajo y agua.

jueves, 11 de febrero de 2016

La derrrota que nos hace GRANDES

  Siempre es más fácil escribir en la victoria que en la derrota. Dejarse llevar por la euforia de una gesta o un triunfo hubiera sido lo propio para iniciar esta etapa de columnista de fútbol. Pero soy "celtista" y como tal, estoy acostumbrado a sobrevivir a las decepciones, a no ganar nunca nada, y os confieso que no puedo evitar morir por esta camiseta que me puse un día y tiñó mi piel para siempre.
Podría reprocharle al Toto que tiró el partido en Sevilla, que se suicidó dejándose llevar por la ambición, que traicinó a las leyes del fútbol cuando dejó a Otto como único hombre en la marca de Gameiro. Quizá demasiado peso para un jugador al que le falta madurez e inteligencia futbolística.
Tal vez podría recurrir a un tópico: esa maldita malasuerte que nos acompaña y que hace que fallemos cuando llega la hora de la verdad. A esa falta de capacidad para definir en los momentos claves, a desperdiciar todas las ocasiones que se generan en ese maravilloso torrente de fútbol que  guardará para siempre mi retina.
También podría hablar de que hay jugadores que abusan demasiado del regate, que no hacen el fútbol fácil, que se precipitan a la hora de tomar decisiones y que cuando tienen que definir llegan como patos mareados sin oxígeno... pero eso ya es lo de menos en estos momentos.
Quizá lo que más me hiere es sufrir una vez más un arbitraje sibilino y teledirijido, ese que te machaca en los pequeños detalles, que sanciona acciones similares de manera diferente, porque todo depende de la camiseta. No hemos perdido por culpa de los árbitros, pero nos han jodido demasiado y estoy convencido de que en igualdad de condiciones el resultado hubiera sido diferente. Así es este país, el pobre siempre será machado por los políticos, por la banca... en fin, el maldito poder que hace lo que les da la gana.
Yo no quiero que nos den nada, simplemente que traten a todos los equipos por igual. Pero es imposible para unos señores que imparten justicia en un circo, en un teatro bien montado. Siempre he pensado que a los árbitros no les gusta el fútbol, y si les gusta, pues lo disimulan muy bien. Creo que la mayoría de ellos son unos acomplejados y amargados que pagan su resquemor, sus traumas infantiles estropeando el fútbol, estoy seguro que en el colegio no les dejaban jugar al fútbol ni en los recreos. Otros simplemente no mandan ni en su casa y se redimen en el campo. Y todos son la voz de su amo, simplemente tienen que pitar como les mandan desde "arriba" si quieren seguir en la élite.
Hoy me ha quedado claro algo, los jugadores del Celta han honrado la camiseta, a nuestro escudo, al fútbol y a toda la afición. Sinembargo, el árbitro una vez más, se burló del Celta, se rió de la afición y manchó nuevamente el fútbol español. 
Es muy fácil, muy fácil pitarle al Celta; seguramente muchos no compartáis mi opinión, pero si alguna vez habéis estado en un campo de fútbol y habéis tenido que sufrir a un individuo de éstos sabréis de lo que estoy hablando.